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Incluye las cuatro apariencias de trabajadores estacionales: Trabajador calabaza (otoño), Trabajador Noel (invierno), Trabajador conejito (primavera), Trabajador aloha (verano). ¡Abofetéalos en los cuatro modos de juego que no son de campaña!

Trabajador calabaza
Los ciudadanos de Kairos celebran Halloween disfrazándose y consumiendo montones de chucherías y dulces. Pero lo mejor que tus pobres trabajadores pueden esperar es un nuevo corte de pelo.

Lástima que no te caracterices por tu pulso con las tijeras, ¿eh, Maléfica Majestad? ¡Al lanzarte a ello, has dejado a uno tan desfigurado que, para ocultar el destrozo, ahora tiene que llevar una calabaza de Halloween a modo de casco! ¡Saluda a tu trabajador calabaza!

Trabajador Noel
Mientras tus lacayos dormitan y babean, atiborrados de banquetes navideños, tú sigues con los ojos bien abiertos, soñando con el regalo de Navidad definitivo: ¡el Imperio envuelto en la piel de tus enemigos, con un lacito hecho de sus rubios rizos!

Como este año has sido una buena Deidad del Inframundo, tengo un regalo para ti: se llama trabajador Noel ¡y no tiene ningún interés en echarse la siesta! En esta época del año tiene trabajo que hacer: ¡excavar el permafrost para ayudarte a conquistar la victoria definitiva!

Trabajador conejito
Floreciendo de su terreno baldío como un narciso, el trabajador conejito se alza con un voraz apetito... ¡y tiene antojo de huevos de Pascua!

Este gourmet del cacao se adentrará en lo más profundo en busca de chocolate. La cosa es que el chocolate es de color marrón. Y la tierra también es de color marrón. ¡Por eso, si lo incitas agitándole esa pepita delante con un palo, este ferviente camarada excavará todas tus mazmorras hasta el invierno que viene!

Trabajador aloha
Tras llegar a la costa norte del mundo, das un paso al frente y contemplas las doradas arenas y el mar turquesa, avivados por el calor del Monte Festos.

Tus trabajadores llevan eones sin ver el sol y, mientras la mayoría huyen de la luz y se refugian en la oscuridad de tu mazmorra, el trabajador aloha deshace la maleta. ¿Cubo o pala? ¡Sí! ¿Chanclas? ¡Sí! ¿Camisa hawaiana? ¡Y tanto! Aunque, a juzgar por su tono de piel, creo que se ha olvidado el protector solar...