Acerca de este juego

• La Resistencia, que intenta formar una alianza de naciones con la que organizar una defensa coordinada.
  
• Humanidad Prima, que ha jurado exterminar a los alienígenas y a sus simpatizantes.
  
• Los Sirvientes, que veneran a los alienígenas y creen que solucionarán todos los problemas del mundo.
  
• El Protectorado, que defiende que negociar una rendición es la única forma de evitar que nos aniquilen.
  
• La Academia, que espera que con la llegada alienígena se presente una oportunidad de formar una alianza interestelar.
  
• La Iniciativa, que busca lucrarse con el caos y la destrucción.
  
• El Proyecto Éxodo, que tiene intención de construir una nave estelar inmensa y huir del sistema solar.

• Los avistamientos tempranos y los ovnis estrellados darán paso a la temible megafauna alienígena y los ejércitos robóticos, que dejarán claro que las otras seis facciones humanas no son tus únicos rivales. A lo largo de la partida, los eventos ilustrados te presentarán elecciones difíciles a medida que investigas la creciente actividad alienígena en la Tierra. Descubre el misterio de su origen y sus intenciones. Por supuesto, si representas a Humanidad Prima solo hay cabida para la exterminación.
  
• Terra Invicta tiene un sistema de investigación global que crea oportunidades para la competición y la coordinación. Los avances científicos compartidos desbloquean proyectos privados de ingeniería. Las facciones pueden elegir si centrarse en los proyectos privados a costa de debilitar la Tierra en conjunto o si ceder influencia a otras facciones en la trayectoria de la investigación global, facciones que podrían tener prioridades diferentes a las tuyas. Si no las mantienes bajo estrecha vigilancia, facciones como los Sirvientes o la Iniciativa podrían dirigir los esfuerzos mundiales a desarrollar métodos para el control social en vez de ponerse a investigar nuevos sistemas de propulsión y armamento.

• Lidera una facción que está unida por la ideología, en vez de una nación definida por el territorio. En contraste con la mayoría de los juegos de estrategia, en Terra Invicta no pintas el mapa con los colores de una nación, sino que gobiernas desde las sombras y compites con otras facciones por puntos de control que representan el liderazgo político, económico y militar de una región.
  
• Domina la geopolítica y une o divide naciones según te convenga. Sírvete de los que están bajo tu influencia para desatar guerras subsidiarias contra las otras seis facciones. Las regiones terrestres están modeladas en detalle, desde los niveles educativos y el malestar, hasta el PIB y la desigualdad. Si logras hacerte con regiones que tengan muchas riquezas o poder militar, podrías ejercer tu voluntad en la Tierra, pero la guerra en el sistema solar no se gana sin asegurar antes las regiones que tengan instalaciones de lanzamiento de cohetes espaciales.
  
• Promulga tu voluntad por medio de un consejo de políticos, científicos y agentes repartidos por todo el mundo —incluso por el espacio—. Sus habilidades iniciales irán mejorando a medida que ganen experiencia y se hagan con el control de organizaciones poderosas, como agencias de inteligencia o corporaciones pudientes. Un comandante veterano podría ser la opción ideal para dirigir a un equipo táctico bajo las órdenes del consejo, mientras que un diplomático experimentado podría conseguirte la financiación necesaria para resistir ante la invasión alienígena.
  
• Contacta con poblaciones y políticos con ideas afines y toma medidas para convertir a los seguidores de ideologías opuestas. La opinión pública funciona en múltiples ejes: la adoración a los alienígenas por parte de los Sirvientes y los planes de negociar una rendición del Protectorado podrían alinearse en lo que respecta al apoyo o la oposición a los alienígenas, pero los eventos que demuestren que se los puede derrotar tienen potencial para convencer a los seguidores del Protectorado de que la resistencia es un camino realista.

• Lleva a tu facción más allá de los confines de la Tierra, construye estaciones espaciales que cumplan la función de astilleros y depósitos de combustibles, crea estaciones mineras que extraigan recursos avanzados y funda bases que sirvan para la investigación o la construcción de instalaciones. Terra Invicta pone el foco en la geografía estratégica del sistema solar, deja atrás la visión del espacio como una serie de estrellas por las que se mueven tus unidades y en su lugar presenta el espacio como un paisaje rico y variado, repleto de asteroides, lunas, planetas enanos, gigantes gaseosos y otros cuerpos celestes en los que hay oportunidades tácticas a cada instante.
  
• Los cuerpos celestes que orbitan el Sol hacen que el mapa no deje de cambiar. Esto quiere decir que tus estaciones espaciales y bases de operaciones avanzadas también estarán moviéndose constantemente, forzándote a trazar tus planes con cuidado y a adaptarte a las circunstancias cambiantes: tus colonias en las lunas jovianas podrían descubrir que ese puesto militar remoto distante de los alienígenas o esa base privada de la Iniciativa está ahora a tiro de piedra.

• Para explorar y, por ende, colonizar el espacio, hace falta tener acceso a muchos recursos: agua para el soporte vital y el propelente, metales para la fabricación, físiles para las armas y motores nucleares, y mucho más. Al principio no te quedará más remedio que conseguir esos recursos en la Tierra y pagar el alto coste de usar cohetes para vencer la gravedad terrestre, pero con el paso del tiempo podrás depender más de la minería de asteroides y otros métodos para asegurarte un suministro local.
  
• El diseño de naves espaciales en Terra Invicta se basa en lo mejor de la especulación científica y la ciencia ficción rigurosa. Puedes diseñar tus propias naves eligiendo una gama de armas, motores y otros módulos que colocar en una serie de cascos para asegurarte de que cada nave tenga la mezcla correcta de capacidad de combustible, maniobrabilidad y otras capacidades.
  
• El combate táctico se ha construido a partir de una simulación realista de las físicas newtonianas, en las que la inercia y las maniobras en un espacio tridimensional son tan importantes como la potencia de fuego de tus naves. Dispara misiles y usa cañones de defensa de punto para destruir los proyectiles que disparen contra ti, genera inercia y gira con fuerza para mantener a tu enemigo dentro de tu ángulo de disparo, o plantéate replegar los radiadores y sacrificar la disipación de calor para mejorar tu blindaje ante una ráfaga enemiga.