Acerca de este contenido

• Federaciones ampliadas: con las capacidades de diplomacia ampliadas, los jugadores pueden desarrollar la cohesión interna de sus federaciones y desbloquear recompensas poderosas para todos los miembros. Te unas a una liga comercial, a una alianza marcial o a una hegemonía, tu membresía puede ser extremadamente beneficiosa.
  
• Comunidad galáctica: une a los imperios espaciales con un senado galáctico que vote por una serie de resoluciones para manejar la agencia legislativa. Por ejemplo, los jugadores pueden aprobar una resolución que incremente el compromiso de una defensa colectiva o que canalice los beneficios de la élite adinerada. Los miembros también pueden sancionar a quienes desafíen a la comunidad, así como promulgar un único objetivo galáctico. Convence al Senado para convertirte en líder, intercambia favores, maniobra y haz lo que sea necesario para conseguir influencia entre los conspiradores.
  
• Orígenes: cada imperio tiene una historia que determina su futuro. Tu civilización tendrá unas raíces más profundas con el nuevo sistema de orígenes. Al elegir un origen, se pueden desarrollar los antecedentes de un imperio y modificar sus condiciones iniciales. Tanto si perteneces a los habitantes del Vacío que han abandonado su mundo natal para vivir en una órbita perpetua como a una sociedad que idolatra y protege un árbol de la vida poderoso, podrás sentar las bases sabiamente para formar un imperio.
  
• Nuevas construcciones: construye nuevos proyectos gloriosos para tu imperio, como el Gigante, una inmensa base estelar móvil que hace las veces de base de reparación incluso en territorio enemigo, o el Megastillero, una nueva megaestructura que desarrolla flotas a una velocidad increíble. Ambos ofrecen ventajas tácticas y una buena dosis de sorpresa y asombro. Serán un buen recurso para cualquier imperio espacial.