Acerca de este juego

Me lo he pasado genial creando este pequeño juego. Aunque es una experiencia corta, ¡espero que los secretos y las pequeñas sorpresas que escondí en él se queden contigo por mucho tiempo!

- Bastinus Rex

Eres el Carimara. Diminuto, mudo; un hechicero. Nacido del musgo y la luz de los espejos, hábil solo en el arte de hacer preguntas. Vagando por una casa tejida con pena y acertijos; no hablas, no entonas, no luchas. Sujetas la casa por sus manos muertas y conjuras preguntas del polvo, del hueso, de lo que sea que permanezca. Mas solo ten cuidado de no ahondar demasiado, pues podrías despertar aquello que yace sellado en el más allá.

Eres mudo, mas posees el don de formular preguntas

Te comunicas mediante cartas con glifos perdidos hace mucho, en salones donde la amabilidad oculta su coste.

Algunos sonríen, otros se mofan, otros solo miran, pero todos los que observan saben que estás ahí.

Cada objeto es un recuerdo

Entre estos muros, que el silencio te sirva de guía, donde las cartas desvelan lo que las cosas una vez ocultaron.

Pregunta con delicadeza, con un tacto fantasmal. Hay secretos que se rompen al forzarlos demasiado.

Una calma teñida de polvo y fuego

La luz de las velas parpadea sobre muebles desgastados, en estancias donde el silencio fue roto y marcado.

Allí aguarda en la penumbra, conteniendo el aliento, un silencio que ha perdurado más allá de la noche.

Una historia tejida por hilos de terror silencioso

Aquí no hay espadas que blandir, ni enemigos que enfrentar. Solo acertijos envueltos en el resplandor de las velas.

Para quienes buscan lo que yace retorcido, donde las historias te susurran de vuelta.