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Acerca de este juego

1187 d.C., Jerusalén. El ejército de Saladino marcha hacia la ciudad santa. Tú, un aventurero desesperado y agobiado por las deudas en España, buscas una fortuna en el legendario laberinto bajo Jerusalén. Armado sólo con tu antorcha y una sed de supervivencia, te adentras en la oscuridad. Cada destello de oro podría ser tu billete de regreso a España, una oportunidad de escapar de tus acreedores y comprar el equipo necesario para sobrevivir en esta tierra implacable. Pero hay que andar con cuidado, porque muchos otros han perecido en este laberinto de sombras.




Las historias hablan del eco de las campanas invisibles, un presagio de los antiguos demonios de Judea que surgen de la oscuridad. Tu única defensa: una antorcha parpadeante. Su escasa llama podría ser tu única salvación en este laberinto parecido a una tumba. ¿El problema? Las antorchas, como todos los suministros, escasean en Jerusalén. Cada descenso al laberinto exige un cálculo cuidadoso de riesgo y recompensa.




Las leyendas hablan de los Auri Mortui, almas avariciosas que una vez persiguieron riquezas dentro de estos mismos túneles. Ahora, retorcidos por su insaciable codicia y atrapados por los demonios de Judea, deambulan por el laberinto para siempre. Sus ojos, antes llenos de lujuria por el oro, ahora arden con un único e impío deseo: reclamar cualquier atisbo de riqueza que perciban en los vivos.




La otrora bulliciosa ciudad vibra con una energía caótica. Cada rincón parece tener un costo oculto. Una taberna deteriorada ofrece una noche de descanso por una suma considerable, un lujo que quizás no puedas permitirte después de gastar dinero en el caro mercado. Allí, comerciantes dudosos pregonan equipos caros, prometiendo una ventaja en el laberinto de abajo, pero acercándote a la ruina financiera. Incluso los veteranos entrenadores exigen dinero incluso para la instrucción de combate más básica.

La ironía es asfixiante. El mismo oro por el que arriesgas tu vida en las traicioneras profundidades es rápidamente devorado por la despiadada economía de Jerusalén.


   

Las leyendas hablan de este laberinto como un depósito de conocimientos olvidados y riquezas incalculables, un señuelo que ha atrapado a figuras prominentes de todas las épocas.

Desde Heródoto, el famoso historiador griego (484-425 a. C.), que busca verdades enterradas bajo las arenas del tiempo, hasta Abu Nasr Muhammad al-Farabi, el venerado filósofo árabe (870-950 d. C.), que busca la fuente de la sabiduría, todos Se aventuró en esta traicionera oscuridad, para nunca regresar.

Información sobre contenido generado por IA

Los desarrolladores describen cómo sus juegos utilizan contenido generado por IA de esta manera:

I utilize cutting-edge AI to generate a vast library of concept art, exploring different artistic possibilities for ancient eras and the unique atmosphere of Jerusalem during the Crusades as well as all the time periods the game will cover (Sumeria, Greek civilization...) Using Photoshop, I meticulously refine each piece, ensuring the backgrounds and characters possess a distinct, hand-painted style.