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"Zaya nació en una secta. En la Biocúpula le inculcaron el miedo al pecado y la convencieron de que se acercaba el fin, se convirtió en una adolescente devota. Su inteligencia y astucia la convertían en la candidata perfecta para ser una futura líder... Hasta que descubrió la corrupción que había entre sus mayores.

Solo era una niña, con un gran sentido de la justicia e impulsiva. No supo jugar bien sus cartas y todo fue a peor. Fue acusada de herejía y de la misma corrupción que ella descubrió, siendo así expulsada de su propio hogar. Trató de llevarse a su familia (madre, padre y siete hermanas), pero le dieron la espalda.

Sin conocer el mundo exterior, acabó en la Suburbe. Allí presenció inmundicias y pecados con sus propios ojos, pero también amistad, lealtad, amor, y lo más importante, libertad. Nada describía mejor la libertad igual que Virtualia. Había cientos de mundos en los que podías ser quien quisieras y hacer lo que quisieras.

Cuando descubrió que había gente que cometía crímenes, se enfureció.

Al saber que había un trabajo que te permitía perseguir a esas personas por sus crímenes, supo lo que tenía que hacer."