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Gobierna sabiamente

• Toma decisiones meditadas como monarca. Tus decisiones se someterán a la votación de tus traicioneros nobles.
  
• Equilibra las peticiones contrapuestas de las diversas regiones del reino, cada una con sus propios deseos, dificultades y conspiraciones en marcha.
  
• Haz uso del soborno, la persuasión o la intimidación en las votaciones más complicadas, aquellas que amenazan con no resultar como tú esperas. También puedes alterar las leyes para ampliar tu derecho de veto.

Haz historia

• Forja la historia única de tu reino. A medida que pasen los años, tu reino cambiará en base a tus decisiones, y las diversas regiones tendrán más o menos poder.
  
• Personaliza tu reino. El monarca y los nobles pueden elegir nombre, aspecto, pronombres y escudos.
  
• Ejecuta a los nobles que se pasen de arrogantes, pero ten cuidado con sus aliados porque podrían querer vengarlos...

Cuidado con los traidores

• Frustra los complots de los nobles traicioneros, que tramarán argucias para sustituirte por un monarca títere elegido por ellos.
  
• ¡Cobra impuestos a las regiones del reino que te saquen de quicio y observa cómo crecen tus reservas de oro (y sal)!
  
• Cúbrete las espaldas: ¡si la rebeldía de los nobles es demasiado intensa, podrían sublevarse contra ti en una épica y sangrienta guerra civil que destruirá tu reino!

Mantén el equilibrio

• Cuando se unen a la partida, los nobles de tu consejo se distribuyen en diferentes regiones del reino. Tal vez esas regiones estén enfrentadas entre ellas, pero las circunstancias pueden cambiar de pronto y convertirlas en incómodos aliados.
  
  
• Cada noble procede de una de las siguientes tierras:
  
  
  • El Norte Invernal: donde los honorables jefes celebran banquetes en los salones del clan emplazados en la cima de nevadas montañas.
    
  • La Costa Opulenta: donde los astutos patricios disfrutan del lujo en sus villas y dirigen sus gremios de comerciantes.
    
  • El Vasto Oriente: donde los despiadados condes acechan en castillos inhóspitos situados en inquietantes bosques.
    
  • El Pantano Salvaje: donde los rudos barones defienden tus fronteras y entrenan a tus tropas.
    
  • El Ardiente Sur: donde los fervientes nobles moran en mansiones bañadas por el sol y rezan al Noveno dios para obtener la salvación.
  
  
• Según tus decisiones y los votos del consejo, durante el transcurso de tu reinado algunas de estas regiones se volverán ricas y prósperas, mientras que otras caerán en la anarquía o se rebelarán contra tu mandato.
  [*¡Tú eres el monarca, así que depende de ti mantenerlos a raya![/list]