La experiencia de gestión definitiva. La suma de mil cositas simples dan este complejisimo juego que, como la vida misma, nos obliga a aprender, adaptarnos y sobrevivir como podamos.

El bueno de Fran es un genio y puede estar contento de haber realizado un gran trabajo. Ahora solo falta esperar a un nuevo título que, seguro, no defraudará.

Recomendable para seguidores de Persona 5; los amantes de los musous podrán encontrar un gran sistema de combate, pero hay opciones más digeribles en cuanto al hilo conductor entre sopapo y sopapo.

Juego del año. ¿De qué año? Pues me parece evidente: SÍ.

Muy recomendable, pero que quede claro: ni es un juego para todo el mundo ni sería extraño que pudiera decepcionar a gente que lo coja con ganas.

Fácil de jugar pero difícil de dominar, un loop pelín excesivo y algún pico de dificultad durísimo son incapaces de empañar un roguito la mar de wapens.

Sólo hay cuatro direcciones, y frecuentemente da la sensación de que las únicas neuronas que han trabajado han sido las del diseñador del nivel al diseñar el camino a recorrer.

El Carcassone de mesa, pero en consola: mismas casillas, mismos moñecos, mismo pagar por las expansiones… salvo que, al menos en la versión de Epic, no puedes jugar sin conexión.

No hemos sentido ese cosquilleo que llega cuando después de tener controlado un juego te encuentras con un puzle que requiere cambiar de forma de pensar, pero no es mal juego.

En los puzles tan importante es que mantengan tus neuronas ocupadas con una situación desafiante pero asequible, como sentirte a gusto mientras los resuelves. The Bridge cumple sobradamente con ambas.