R-Type I y II juntos en un título que ofrece nuevos gráficos junto a sus versiones arcade, nuevos modos y opciones. Dos clásicos atemporales. Lástima que se olviden siempre de R-Type III, Leo y Delta.

Decepcionante título plagado de elementos incómodos en su jugabilidad, historia floja, desarrollo confuso y una calidad mediocre en su acabado, para nada a la altura del creador de Resident Evil.

La trilogía original pasada por el taller de chapa y pintura, manteniendo su espíritu original. Largo en contenido, y lleno de niveles retantes para quienes quieran un plataformas puro y duro.

Un extraño abrazo entre el Resident Evil más tradicional y el más experimental, trayendo elementos muy nuevos y una forma de jugar totamente distinta y satisfactoria. Argumentalmente poco RE, eso sí.

Durante su primera mitad, Moonlighter te enganchará, pero cuando el desarrollo se vuelva redundante, la evolución sea pobre y previsible, y su profundidad se revele hueca, te decepcionará.

Aunque este es probablemente el patito feo de los Quakes numéricos, es lo suficientemente entretenido durante su single player para olvidar sus defectos y simplemente adentrarte en el mundo Strogg.