Yo esperaba algo más pero me parece un cierre interesante a la trilogía, aunque creo que Draw Distance pueden hacer algo mucho mayor si se fijan un pelín más en Shadows of New York.

Un juego concreto, inteligente, que sabe lo que quiere y lo que busca. Una experiencia divertida que renuncia conscientemente a los clichés del diseño de juego.

Un juego más disfrutable tras la partida, como producto para la reflexión, que como juego en sí mismo. Precisamente por eso se hace más recomendable.

Más allá de ser una obra muy interesante, de ser graciosa y entretenida, creo que Vampire Therapist se la ha jugado todo a ser un videojuego cariñoso hacia los demás.

An English Haunting merece ser celebrado, porque detrás hay pasión, un trabajo intachable y momentos tremendamente interesantes en cuanto a escritura se refiere.

Su obsesión por una moral alejada de maniqueísmos absurdos y su amor por lo propio señalan un camino nada roto a sus creadores. Espero que lo sigan recorriendo.

Quizá haya un tercero igual de innecesario, y con todos estos argumentos yo volveré a jugarlo.

Indika es una rareza maravillosa que aprovecha su reflexión sobre la fe cristiana para cuestionar nuestra propia fe en el videojuego.

Puedo asegurar es que si te gustan los FPS y los roguelike lo más probable es que cuando te pongas con él por primera vez no lo sueltes hasta que lo hayas terminado.

The Thaumaturge es un videojuego profundísimo, de escritura muy elegante y combates divertidísimos, cuyo principal valor es el tremendo homenaje que hace a su cultura, el coraje que pone en mostrarla