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Acerca de este juego

Sliding Knight es un juego de puzles 3D sereno pero exigente para la mente.
Controla a un pequeño caballero que se desliza, vence o esquiva enemigos en distintas mazmorras y encuentra la salida. Cada mapa trae nuevas trampas y desafíos; cada movimiento es crucial para llegar al objetivo.

El objetivo no es solo avanzar, sino hallar la ruta correcta: cada deslizamiento es una prueba, cada parada una oportunidad para pensar.
Parece sencillo, pero exige atención; un equilibrio al que puedes entregarte incluso tras un día largo.

Con su atmósfera tranquila, Sliding Knight te lleva por bosques, montañas nevadas y desiertos abrasadores. Cada región tiene su propio ánimo; el estilo minimalista y la música suave crean una experiencia de puzle despejada.

Lógica de deslizamiento:
El caballero se desliza en la dirección elegida y no se detiene hasta chocar con un obstáculo. Cada movimiento debe planearse con cuidado. Encontrar la ruta correcta es el núcleo de cada nivel.

Límite de movimientos:
Cada fase ofrece un número limitado de movimientos. Ese límite convierte incluso un mapa sencillo en un reto estratégico.

Enemigos y trampas:
Algunas mazmorras contienen enemigos. Unos atacan de frente, otros dominan espacio. Depende de ti derrotarlos o burlarles con ingenio.
Trampas como casillas ardientes, pinchos y peligros móviles pondrán a prueba tu sincronización.

Control de cámara:
Ángulo y zoom ajustables para analizar mejor cada nivel.

Controles simples, puzles profundos:
Se juega con pocas teclas, pero cada fase admite decenas de soluciones.
La meta es llegar a la salida con los mínimos movimientos — o disfrutar la satisfacción de hallar la solución.

Con mecánicas accesibles, te adaptarás enseguida. ¿Listo para la aventura? Empuña la espada y adéntrate en las mazmorras…

Cada siglo se abre un antiguo templo en las profundidades del reino.
En el silencio de piedra, solo resuena el eco de tus pasos.
Dicen las leyendas que allí nacen los verdaderos caballeros.

Eres el último heredero de esa tradición.
No será tu espada, sino tu mente, la que te guíe.
Cada sala que cruzas deslizándote pone a prueba tu paciencia e intuición.
Cada enemigo y cada trampa hablan menos del camino y más de ti mismo.

Al final del sendero no hay un trono, sino una verdad.
En esta prueba, la mente es el reino a conquistar.
Te hundirás más con cada deslizamiento, y te acercarás con cada fondo…
hasta llegar al lugar donde la luz se extingue...